domingo, 29 de marzo de 2015

ADICCIONES QUE PROVOCAN VIOLENCIA DENTRO DEL NOVIAZGO: DROGAS


Mantener una relación con un adicto no es fácil. La droga a la que está enganchado se convierte en el centro de su vida, y su pareja y familia acaba por pasar a un segundo plano, junto con cualquier otra cosa que no sea la adicción.

Conforme la adicción se va haciendo más intensa, el adicto deja de ser capaz de cuidar de su pareja de proporcionarles apoyo, escuchar sus problemas o atender sus necesidades.

Si has crecido en una familia normal y sana, te darás cuenta de lo que está pasando, pero si te has criado con un adicto, seguramente veas esta situación como normal, familiar y conocida. Aun siendo dañina, te aporta cierta seguridad porque es lo que has conocido en tu infancia. Puede que pienses que es normal que no se tengan en cuenta las necesidades emocionales de los demás, que no esperes que tu pareja esté ahí para apoyarte cuando te sientas mal, para pensar juntos en solucionar y afrontar los problemas que surjan, o para consolarte cuando lo necesites, tal y como hacen las personas que mantienen una relación de sana. Tal vez sientas que falta algo, pero no tienes del todo claro de qué se trata.

De este modo, puedes llegar a establecer una relación de codependencia con tu pareja adicta, porque el adicto depende de ti para sobrevivir con su adicción, y tus necesidades emocionales no satisfechas encuentran una especie de sustituto en tu dedicación a cuidar de esa persona. Es decir, la dependencia que siente hacia ti te hace sentir que te necesita, y por tanto, que te ama. De ese modo satisfaces tu necesidad de conexión, intimidad y atención.

Pero la dependencia no es amor, es solo un falso sustituto que resulta destructivo para ambos, porque hace que la situación se mantenga, que el adicto siga siendo adicto y te siga necesitando. A su vez, tú sigues necesitando de su adicción, de su necesidad de ti. emocional

Conforme pasa el tiempo y ves que nada cambia sientes ira y frustración. El adicto no hace nada por recuperarse o sus intentos fracasan una y otra vez. Te sientes decepcionado, engañado, cansado de promesas rotas y falsas esperanzas. Tus intentos por ayudarle no dan resultado, pues no es fácil ayudar a un adicto, pero aun así es posible que te sientas culpable e impotente por no poder cambiar la situación. Puede que incluso te acabes deprimiendo.

En algunos casos, el adicto puede ser agresivo o maltratar a su pareja. Si este es tu caso, puede que te culpes también por el abuso y te avergüences. Esto sucede porque las personas a menudo tienden a pensar que si alguien los maltrata es porque no son capaces de impedirlo y se sienten débiles o incompetentes, o incluso pueden pensar que lo merecen, porque sienten que valen muy poco como personas. Pero lo cierto es que cualquier persona en cualquier momento puede ser maltratada por otra y no hay más responsable de ese maltrato que aquél que lo lleva a cabo.

De este modo, puedes llegar a establecer una relación de codependencia con tu pareja adicta, porque el adicto depende de ti para sobrevivir con su adicción, y tus necesidades emocionales no satisfechas encuentran una especie de sustituto en tu dedicación a cuidar de esa persona. Es decir, la dependencia que siente hacia ti te hace sentir que te necesita, y por tanto, que te ama. De ese modo satisfaces tu necesidad de conexión, intimidad y atención. Pero la dependencia no es amor, es solo un falso sustituto que resulta destructivo para ambos, porque hace que la situación se mantenga, que el adicto siga siendo adicto y te siga necesitando. A su vez, tú sigues necesitando de su adicción, de su necesidad de ti.

Al final, la relación puede acabar rompiéndose, sobre todo cuando te das cuenta de que se ha vuelto demasiado destructiva y te está haciendo daño. Pero todo el daño causado, tu baja autoestima, tu sensación de fracaso o de culpa pueden seguir contigo, así como tu forma de relacionarte con los demás. Por este motivo, es posible que necesites la ayuda de un psicólogo para recuperarte y porque, si has pasado tu infancia con un padre o madre alcohólico, es posible que hayas aprendido un modo de relacionarte con los demás que te predisponga a relaciones de codependencia.

Incluso si la relación no es especialmente destructiva y deseas seguir con tu pareja, puedes necesitar ayuda para manejar el efecto que la relación tiene en ti. Es posible que necesites aprender a ser asertivo, a saber cómo lograr que tus necesidades emocionales se tengan en cuenta y se satisfagan, a identificar tus emociones correctamente, a manejar la ira y a manejar esa necesidad de control que puedes estar sintiendo.

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario