Este tipo de agresión es
la que todos identificamos con facilidad.
Es la expresión de nuestro enojo, cuando nos sentimos atacados, amenazados,
humillados, frustrados, etc.
Es una respuesta automática, generalmente intensa, en donde no pensamos, sólo
actuamos, reaccionamos.
Se da en las personas impulsivas, muy emotivas o en aquellas que no aprendieron
a relacionarse o defenderse de otra manera.
Cuando usamos esta
agresión, es para:
·
Desquitarnos, vengarnos
o
·
lastimar al otro y evitar que nos lastime.
Todos agredimos en algunas ocasiones.
No por
eso, la agresión está justificada.
Simplemente
nos permite aceptar, que a veces, somos agresivos y que debemos evitarlo.
Podemos
tratar de reconocer cuándo y por qué lo hacemos, sin sentirnos culpables y
aprender a evitarlo.